Es como ser o no ser.
De repente las circunstancias te llevan a ser lo que nunca soñaste, dicotómico? o producto de........
Y estamos a treinta dias del solsticio ( que nombre mas raro), la verdad no quiero que llegue, pero eso no es importante, llegará igual, lo que debe ser será.
Llegará, quiéralo o no, por mas que cierre mis ojos, esconda mi frente, será...solo porque ha de ser.
Como me revelo?, como explico que no quiero que llegue a mi vida?, a esta indeseada, nunca buscada ni esperada vida. Será entonces que ella es, un tiempo solsticio y otro equinoccio, tanta luz como oscuridad, tanto llanto de las alturas como resquebrajamiento de las cascaras de tierra indolente. Solsticio obligado después de un gélido equinoccio. En verdad ni el azul frio ni el candente rojo deseo, mas, muy a mi pesar vendran tantas veces como mi tiempo les vea venir y seguirán uno tras otro cumpliendo su cíclica e inútil anual presencia.
Eso me explica que, no hay relación alguna con lo que debes o quieres hacer de tu vida ( Con tu vida).......... cómo la gasto?, cómo la disfruto? o cómo la soporto? todas sin respuesta, solo un grito responde a la indolencia. Esa indolencia, indolente per se, inmune, que permite y aplaude el que otros carguen tus culpas, no son tuyas, cierto, pero esta vida te las entregó y te ha de recordar en cada solsticio y equinoccio los cambios en tu diario vivir. Opción: aceptarlo o ignorarlo. Seguirá allí. y en cada junio y diciembre 21 recordará tus inocentes culpas no pagadas y pendientes de respuestas.
Sol y equi no pueden cambiar, condenados a su ciclica e inutil presencia. Ellos.
Quiero cambiar mi no deseada e inutil vida, entregando cual carrera el testigo a quienes deben llegar a puerto, y tal vez veré el azul frio, en junio 21.
