Claro que es distinto, hay que vivirlo.
Pasa que en esto de la Comunidad planeamos para hoy celebrar el día del Niño. Y lo hicimos con re poca plata, pero con caleta de ganas y buena, resulto una güea la raja.
Hoy después de tantos años de vida, recién vine a comprender lo que significa la risa de un niño, siempre pensé que eran un accidente de los que tenían hijos. Entendiendo que eran el producto de amor de otros, que debíamos cuidar nosotros. Y claro, es cierto, pero no había reparado en lo simples que son, que no te cuesta nada darles un momento de alegría.
En mi larga vida, los niños han sido un bien preciado, un bien a cuidar, a proteger, a enseñar y fundamentalmente seres a quienes hay que permitirles crecer. Pero siempre fueron los niños de otros los que tuve cerca, hoy también eran de otros, pero los sentí como si fuesen míos. Imagino con sana envidia como será de verdad.
Es aquí donde aparece mi realidad que me recuerda al hijo, que no engendré pero es mi hijo, que no está pero lo siento, que se fue y sigue a mi lado, que no me habla pero me ríe, que no me mira pero lo veo.
Supongo que todos los padres que vieron reír a sus hijos, han reído hoy como yo he reído. Gracias hijo mío, por permitirme que a través de los hijos de otros, comprenda por fin que aunque distante, estas a mi lado. Y lo quieras o nó, eres mi hijo.
Gracias vida, por permitirme ser tan feliz como he podido ser.
Pasa que en esto de la Comunidad planeamos para hoy celebrar el día del Niño. Y lo hicimos con re poca plata, pero con caleta de ganas y buena, resulto una güea la raja.
Hoy después de tantos años de vida, recién vine a comprender lo que significa la risa de un niño, siempre pensé que eran un accidente de los que tenían hijos. Entendiendo que eran el producto de amor de otros, que debíamos cuidar nosotros. Y claro, es cierto, pero no había reparado en lo simples que son, que no te cuesta nada darles un momento de alegría.
En mi larga vida, los niños han sido un bien preciado, un bien a cuidar, a proteger, a enseñar y fundamentalmente seres a quienes hay que permitirles crecer. Pero siempre fueron los niños de otros los que tuve cerca, hoy también eran de otros, pero los sentí como si fuesen míos. Imagino con sana envidia como será de verdad.
Es aquí donde aparece mi realidad que me recuerda al hijo, que no engendré pero es mi hijo, que no está pero lo siento, que se fue y sigue a mi lado, que no me habla pero me ríe, que no me mira pero lo veo.
Supongo que todos los padres que vieron reír a sus hijos, han reído hoy como yo he reído. Gracias hijo mío, por permitirme que a través de los hijos de otros, comprenda por fin que aunque distante, estas a mi lado. Y lo quieras o nó, eres mi hijo.
Gracias vida, por permitirme ser tan feliz como he podido ser.
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